Estas obras pueden centrarse en la creación de nuevas estructuras, reformas, ampliaciones o mejoras estéticas y funcionales. A continuación, se destacan los tipos más comunes:

1. Construcción de viviendas nuevas:

  • Viviendas unifamiliares: Construcción de chalets, casas adosadas o viviendas independientes según diseño personalizado.
  • Casas prefabricadas o modulares: Opciones más rápidas y económicas con diseños modernos y sostenibles.
  • Construcción en terrenos rústicos: Casas de campo o viviendas destinadas al ocio y descanso.

2. Reformas integrales:

  • Reforma de viviendas completas: Actualización de estructuras, instalaciones y acabados en casas o pisos antiguos.
  • Rehabilitación de espacios deteriorados: Solución de problemas como grietas, humedades, o desgaste en suelos y paredes.
  • Adaptación de viviendas antiguas: Cambios para modernizar la distribución, incorporar nuevas tecnologías o mejorar la funcionalidad.

3. Obras de ampliación:

  • Ampliación de viviendas: Creación de nuevas habitaciones, salones o áreas funcionales.
  • Construcción de sótanos o buhardillas: Aprovechamiento de espacios no utilizados.
  • Ampliación de terrazas o balcones: Incremento del espacio exterior utilizable.

4. Reformas específicas:

  • Renovación de cocinas y baños: Actualización de estos espacios con diseños modernos, nuevos revestimientos y equipamientos eficientes.
  • Cambios en la distribución interior: Derribo de paredes o creación de tabiques para transformar espacios.
  • Instalación de sistemas domóticos: Implementación de tecnologías inteligentes para controlar iluminación, climatización y seguridad.

5. Obras en espacios exteriores:

  • Construcción de piscinas: Piscinas personalizadas o prefabricadas para jardines y patios.
  • Jardines y paisajismo: Diseño y ejecución de espacios verdes, pérgolas o áreas de ocio.
  • Cerramientos de parcelas: Instalación de muros, vallas o setos para delimitar y proteger propiedades.

6. Obras de eficiencia energética y sostenibilidad:

  • Aislamiento térmico y acústico: Mejoras en fachadas, tejados y ventanas para reducir el consumo energético.
  • Instalación de energías renovables: Paneles solares fotovoltaicos o térmicos para generar energía limpia.
  • Rehabilitación energética: Sustitución de sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación por alternativas más eficientes.

7. Obras de accesibilidad:

  • Adaptación para personas mayores o con movilidad reducida: Instalación de rampas, ascensores o baños adaptados.
  • Eliminación de barreras arquitectónicas: Reconfiguración de espacios para facilitar el movimiento.

8. Mejoras estéticas:

  • Revestimientos decorativos: Cambio de suelos, paredes o techos para mejorar el diseño interior.
  • Pintura y acabados: Actualización de colores y texturas para renovar el aspecto del hogar.
  • Iluminación decorativa: Instalación de sistemas de luces que mejoren la estética y funcionalidad.

Estas obras suelen enfocarse en personalizar el hogar para que se adapte a las necesidades y gustos del cliente, mejorando tanto su valor como su confort. Muchas de estas intervenciones también tienen en cuenta la sostenibilidad y la eficiencia energética, aprovechando subvenciones o ayudas disponibles en algunos casos.